Google & rel=»me»: La búsqueda se vuelve más social

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Google rel=Me

Recientemente hemos podido ver cómo Google dará más valor a partir de ahora a las redes sociales en lo que a su motor de búsqueda se refiere. No es de extrañar, pues en los últimos años hemos sufrido cambios muy grandes en cuanto a crear y compartir información se refiere. Si buscas más información sobre el cambio anunciado por Google en particular puedes obtenerla aquí, aquí o aquí.

Pero remontémonos a unos cuántos años más atrás, concretamente a 1996, año en el que Larry Page y Sergey Brin crearon la base de lo que luego sería Google y que revolucionó la búsqueda de información en internet. ¿Por qué? Porque además del factor relevancia, incluyeron un segundo factor fundamental que los demás buscadores no tenían en cuenta, la importancia, y que todos conocemos como Pagerank.

El pagerank

El pagerank consistió, simplificando, en crear un grafo ponderado dirigido que reflejase el enlazado de las páginas web existentes en internet, donde cada nodo representa una URL, y cada arista un enlace entre los dos nodos (URLs) que une. Cada enlace tiene un valor que depende del nodo del que sale y cada nodo adquiere importancia dependiendo del número de enlaces que apuntan a él y del valor de estos. Requería, por lo tanto, de un algoritmo recursivo que controlase la «maraña» de enlaces uni y bidireccionales presentes en internet. Si te interesa el tema, en el siguiente link puedes encontrar más informacion sobre cómo funciona el pagerank.

El objetivo era, para una determinada búsqueda, poder ordenar los resultados no sólo por su relevancia sino también teniendo en cuenta el nivel de importancia (o autoridad) de cada una de esas URLs.

Este modelo inicial partía de la premisa de que un enlace es como un voto, procediente de un «ente» (persona, empresa, comunidad, etc.) y por lo tanto con determinada validez (medida con el pagerank de la fuente).

El tiempo pasó, el algoritmo de Google se fue haciendo más sofisticado, se fue modificando el valor de los factores, se añadieron más factores, etc.; y a su vez, crecieron las trampas por parte de los webmasters, para tratar de engañar a Google y salir más arriba, y el Pagerank fue perdiendo influencia en favor de otros factores como la autoridad del dominio, el «link profile», etc. (Aquí puedes ver una infografía sobre la evolución del SEO)

Durante este tiempo también llegó la revolución social, cambió nuestro modo de generar, consumir y compartir (votar) información, e hizo poco a poco perder algo de sentido al grafo ponderado y dirigido en el que se basó el pagerank. Las redes sociales son nuevos jugadores entre los posibles factores para rankear una página, y Google necesita utilizarlos para mantener (y esperemos mejorar) la calidad de los resultados de las búsquedas.

Lo que nos lleva a repensar totalmente el valor de los enlaces en la «web 2.0», y a un nuevo gran factor:

El «socialrank»

Al final, los que estamos detrás de cada una de las URLs que Google almacena, somos personas, representándonos a nosotros mismos, a una comunidad, a una empresa, etc., pero personas al fin y al cabo. Necesitamos que Google tenga en cuenta ese factor humano. Así que, aprovechando la cantidad de información que tenemos de forma pública online, Google lo tiene bastante fácil para crear un nuevo grafo, con nodos que representan «entes» (personas, empresas, comunidades, etc.), sus conexiones, y el peso de esas conexiones. Cada «ente» tiene hoy en día una serie de perfiles sociales, blogs, webs, etc., en los cuales comparte información con otros «entes», por lo que el peso de un link debería tener en cuenta, entre otros factores (como los que existían hasta ahora), la autoridad el «ente» que está detrás de ese link (su socialrank).

Así, si un «ente» X se ha ganado una determinada reputación en el mundo online a través de su actividad en twitter y slideshare (por ejemplo), y se crea ahora un perfil en Quora, sus links tendrían ya determinado peso por esa reputación. Obviamente, cuantos más perfiles distintos y reconocidos tenga, mayor fiabilidad recibiría por parte del algoritmo, e independientemente de la reputación del «ente», el peso de los links tendría también en cuenta otros muchos factores nuevos, como:

  • En qué tipo de red se comparte
  • Cuántos clicks recibe
  • Qué propagación tiene (cuántos «entes» lo comparten y qué reputación tienen esos «entes»)
  • Qué relación hay entre el «ente» que re-comparte el link y el tema del que trata el link (relevancia)
  • etc.

Esto permitiría reajustar el algoritmo de búsqueda de Google adaptándolo a los nuevos comportamientos, y para ello cuenta con el apoyo de sus revolucionarios amigos los microformatos:

Los microformatos

Los microformatos (una de las tendencias SEO para 2011) pretenden hacer que demos un par de pasos hacia adelante en la categorización de la información en internet, de forma que facilitemos el trabajo a los motores de búsqueda. Entre ellos, tenemos el XFN (XHtml Friends Network) que nos detalla cómo podemos etiquetar los links indicando qué clase de relación existe entre la URL que enlaza y la URL enlazada. Así, si te fijas en un perfil de Twitter, verás que el enlace a la URL que se nos permite incluir ahí (generalmente suele ser web/blog personal) incluye el atributo ‘rel=»me»‘ (click en la imagen para ampliar):

Esto indica que la URL que ahí se enlaza contiene información de la misma persona que la URL actual (en este caso, mi blog y mi perfil de Twitter). Además, si en mi web incluyo un enlace a mi perfil de Twitter con el mismo atributo, estaría confirmando que ambas URLs son controladas por mí y que representan información creada/compartida por mí. Así, si te fijas en los enlaces a mis perfiles sociales que aparecen en la portada de este blog a la derecha, todos incluyen el atributo ‘rel=»me»‘ (click en la imagen para ampliar):

Si contamos con perfil en Google, nos dan la opción de marcar cuáles de las URLs que añadimos al perfil son también perfiles nuestros. En ese caso, Google añade automáticamente el atributo ‘rel=»me»‘:

Del mismo modo, las especificaciones del XFN nos detallan que podemos indicar si enlazamos al perfil o blog de un «amigo» (rel=»friend/acquaintance/contact»), a un compañero de trabajo (rel=»co-worker/colleague»), familiar («child/parent/…»), etc. Consulta más detalles sobre los tipos de relaciones aquí.

Muchas de las redes sociales están ya incluyendo algunos de estos atributos en los perfiles de sus usuarios, por lo que analizando esa información es posible definir, para un usuario, la lista de presencias web que posee (y por lo tanto, los links compartidos en esas presencias se verían afectados por el socialrank del usuario en cuestión).

De hecho, Google ya tiene un API en labs para esto, Social Graph API en la cual especifican más al detalle el funcionamiento del social graph, y ofrecen ya algunos ejemplos con los cuales podemos comprobar la lista de URLs asociadas a nosotros introduciendo una URL nuestra (por ejemplo nuestro perfil de twitter) y los perfiles de otros usuarios con los que estamos conectados.

A medida que se vayan adoptando más y más los microformatos y etiquetemos nuestros links, Google podrá sacar un grafo social cada vez más preciso.

Google no necesita crear una nueva red social: ya la tiene, gracias a toda la información que compartimos de forma pública. Tan sólo necesita analizar los datos e interpretarlos correctamente (con nuestra ayuda, etiquetando los enlaces). En mi opinión, Google Me no es más que esto.

Algunos cambios que podríamos ver si Google llegase a evolucionar de este modo:

  • Agrupación de resultados cuando se busca el nombre de una persona, empresa o similares. Es decir, si buscas mi nombre, en lugar de que aparezcan listados todos los resultados de cada uno de los perfiles que tengo, aparecería un sólo resultado con la información que Google hubiese recopilado sobre mí y las webs/redes sociales que están asociadas a mí, seguido del resto de los resultados que habría hasta ahora.
  • Resultados cada vez más personalizados (y por lo tanto más distintos para cada usuario) dependiendo del tipo de búsqueda.
  • Recomendaciones directas, según lo que hayamos hecho en el pasado (de lo que Google tenga constancia) y según lo que los amigos a los que usualmente hacemos más caso hacen/hicieron. Por ejemplo, recomendaciones de lugares para visitar si vamos a una nueva ciudad, teniendo en cuenta geolocalización (foursquare/latitude), posts, tweets, etc., de  los «amigos» que tenemos en nuestro grafo social.
  • Una capa estilo a la de facebook (http://developers.facebook.com/docs/opengraph/) de forma que cada vez que visitemos una web podamos ver qué opinan nuestros «amigos» de esa web en sus diferentes presencias online.

En cualquier caso, falta todavía mucho por andar, y por ahora ya ha salido alguna crítica de las nuevas incorporaciones sociales a los resultados de búsqueda de Google. Y tú, ¿qué opinas?